domingo, 14 de abril de 2013

Reseña Ceda

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Seda (Seta, en italiano) es una novela del escritor italiano  Alessandro Baricco y fue publicada en 1996 por la editorial Rizzoli.
Es una novela de amor muy corta, ambientada en la segunda mitad del siglo XIX, donde tenemos como protagonista a un hombre llamado Hervé Joncour que decide dedicar su vida a comprar huevos de gusano de seda, con el fin de vivir de la industria de aquel material en Lavilledieu. Hervé Joncour dedicaba  su vida a viajar por meses hacia África  donde conseguía los huevos de gusanos de seda, se hacía cargo de ellos y posteriormente vendía el material; sin embargo todo cambió por una epidemia que llegó en ese entonces casi a todo el mundo. Los huevecillos de larva de África ya no estuvieron en buenas condiciones debido a las enfermedades, y cuando Hervé Joncour estaba apunto de rendirse, aparece Baldabiou, un hombre foráneo que llegó a Lavilledieu años atrás. Baldabiou le comenta a Hervé Joncour que hay otro lugar, prácticamente aislado del mundo, donde puede encontrar los huevecillos en buen estado: Japón. En ese entonces era una cultura desconocida y muy cerrada con respecto al comercio con occidente, lo que traería problemas durante aquél siglo.  Hervé Joncour rápidamente queda atraído hacia lo que encuentra en aquél lugar desconocido.
Seda contiene 65 capítulos, todos ellos con una extensión muy corto la mayoría  es de dos hojas, lo que hace que la lectura sea muy ligera.
 Los primeros capítulos parecen no tener relación entre sí, pero conforme se avanza la lectura, se empieza a entender la historia de manera clara, a pesar de que algunos capítulos están en desorden, es esto lo interesante de la obra, que con la lectura de un capítulo puedes entender la relación de un capítulo leído anteriormente en el cual no encontrabas el vínculo con la historia. Pero aproximadamente a partir de la mitad del libro los capítulos ya se encuentran en orden cronológico, lo que provoca una lectura muy sencilla.
Seda contiene un narrador en tercera persona, quien relata la mayoría de historia debido  que hay muy pocos diálogos entre los pocos personajes que se encuentran en la historia. El narrador juega un papel fundamental en la obra, ya que a pesar de que los capítulos son muy cortos, logra plasmar paisajes  y lugares, que Hervé Joncour conoce en su viaje, además de ciertos aspectos de la cultura japonesa que  durante aquél siglo no se conocían en occidente.
Uno de los aspectos que más llama la atención de la obra es la manera en que se dan cambios casi imperceptibles en la narración de los viajes que realiza Hervé Joncour a Japón. Parece que se narran de la misma manera, sin embargo ningún viaje es igual y el narrador logra poner pequeñas diferencias en la narración, por ejemplo, en cada viaje se conoce un nuevo nombre con el que  se conoce el  Baikal, una de las bellezas naturales más importantes de Rusia, no solo por el gran tamaño del lago, sino por la pureza y  la calidad del agua del lago, que es producida por los microorganismos que viven en esa zona. Un hecho que ha llamado la atención de científicos del mundo y por lo cual es conocido con nombres como “El santo”.
También existen varios cambios en la manera en que Hervé Joncour ve a Japón. Durante cada viaje Hervé Joncour   ve Japón de manera diferente, al principio solamente es un lugar cerrado, y después empieza a familiarizarse con la cultura y los paisajes de aquel lugar. Pero los cambios no ocurren solamente por la perspectiva que tiene Hervé Joncour, también por la situación en la que se encuentra Japón en aquel siglo, donde empieza a ser presionado para comercial con el mundo y estalla una guerra.  
Me parece una obra muy recomendable, es muy sencilla de leer ya que es muy corta, pero a pesar de tener una corta extensión logra crear una historia que amarra al lector a partir de los primeros 10 capítulos. Aunque parecen muchos capítulos para interesar al lector, son muy rápidos de leer. Es una novela muy corta e interesante que se puede leer en una  sesión.



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