Tokio Blues es una novela escrita por el escritor Haruki Murakami en el año 1987, situada
en el Japón de finales de los años sesenta.
Esta novela inicia con Watanabe esperando salir de
un avión en Hamburgo, cuando de pronto, Watanabe escucha Norwegian Blues de The Beatles y recuerda a Naoko, su amor de la
juventud, y todo lo que pasó con ella. Recuerda también a Kisuki, su fallecido
mejor amigo y también novio de Naoko; y como éste, aún después de muerto,
influyó de una manera gigante en la dirección que tomaron las vidas de los dos.
Y aunque lo que más recuerda sea su amor hacia Naoko, también recuerda todo lo
que le hizo sufrir su inestabilidad mental. Y justo cuando Watanabe iba a
sucumbir en esta desesperación, llegó Midori.
Midori llegó a su vida como un rayo de luz en la
penumbra; recuerda como su corazón se debatía entre estar con Naoko, aunque eso
lo volviera loco cada día, o intentar adentrarse al mundo real con Midori. Y
todo esto lo recuerda mientras Watanabe espera que lo dejen bajar del avión y
adentrarse en Hamburgo.
“Tokio Blues” se centra mucho en la evolución de
los personajes conforme la historia avanza. Ningún personaje termina siendo el
mismo que comenzó. Murakami hace un trabajo excelso al plasmar el desarrollo
cambiante de las personas. Aunque todos los personajes comparten una solo cosa,
y esta es la única que permanece a lo largo de todo el libro, que es un
sentimiento de soledad.
Además, los personajes están hechos de tal manera
que es muy fácil identificarse con ellos. Todos ellos tienen ese “algo” que
hace que te encariñes con ellos, y que además, veas una parte de ti en ellos.
Todos nos sentimos Watanabe, Naoko, Reiko o Midori en algún punto de la
historia. Y esto es algo que muy pocos libros tienen.
Se ve que Murakami trató de manejar un lenguaje muy
realista, lo que le va muy bien a la historia ya que la hace más creíble. Aunque
esto es muy admirable, algunas veces, según mi juicio, cae en lo vulgar
(especialmente en las relaciones íntimas de los personajes).
Pero Tokio
Blues cumple con lo más importante que debe tener un libro, hacer que te
adentres en él. Página a página vas viviendo la historia de Watanabe, sientes
lo que siente él, entras en confusión con él, te vas enamorando como él. La
historia está redactada de una manera en la que te adentras sin ningún
esfuerzo, los personajes están muy pulidos y te identificas al instante con
ellos.
En resumen, Tokio
Blues es un muy buen libro en el que es muy fácil adentrarse en él. Haruki
Murakaki, su autor, hizo una excelente labor al crear a los personajes de una
manera en la que es imposible que no te identifiques alguna vez con ellos, haciendo
que la historia la sientes en carne propia. El lenguaje que usó Murakaki es muy
realista para darle más credibilidad a la historia, aunque algunas veces cae en
lo vulgar. En pocas palabras, recomiendo mucho este libro y debería de ser una
lectura obligada para cualquiera que se llame un buen lector.
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