domingo, 14 de abril de 2013

Seda de Alejandro Baricco


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Seda es una novela corta de Alessandro Baricco publicada en 1996 en Milán, Italia por la editorial Grupo Editorial Norma.
    Seda narra la historia de Hervé Joncour, un hombre casado de clase acomodada, habitante de un pueblo francés cuya mayor fuente de ingresos era la venta de seda. El negocio de hilandería tanto de Hervé Joncour como de otros productores se ve aplastado por una terrible epidemia que invade los cultivos de huevos de gusano de seda. Joncour es elegido por sus colegas para viajar a Japón, en ese entonces un país sumamente hermético el cual rechazaba el comercio internacional o cualquier otro vínculo con el extranjero, para conseguir aquellos preciados huevos.
     Después de una larga travesía, Hervé Joncour llega a tierras japonesas, conoce a un hombre sumamente poderoso de nombre Hara Kei, dispuesto a negociar con Joncour y venderle tanto huevos de gusano de seda como él le solicitara; Hara Kei siempre estaba acompañado por una mujer muy misteriosa. Con miradas profundas, vagas caricias, y sin escuchar nunca su voz, Hervé Joncour vivirá algo que jamás hubiese imaginado. Fueron unos cuantos años de visitas a Japón y vivir este intenso pero mudo romance. Más tarde, se genera una guerra en Japón, Hervé Joncour logra volver y amar a aquella mujer como nunca lo había hecho antes. Un año más tarde regresa para encontrar un pueblo en ruinas y vació; al encontrar a sus habitantes en pleno camino, Hara Kei le ordena a Joncour no volver nunca más. Tiempo después, ya asentado de nuevo en Francia, Hervé Joncour recibe una carta de oriente, la dueña de un burdel proveniente de Japón le traduce aquellas hojas, y lee algo que nunca habría esperado.
   Esta obra muestra personajes muy singulares que protagonizan la historia de un breve y callado espectáculo. Al comienzo se plantea la situación del personaje principal, Hervé Joncour, quien tiene un modo exacto de estar en el mundo, es decir, vive serenamente, en un pueblo tranquilo, ganándose la vida de buena manera, sin preocupaciones; no es un personaje complejo, ni peculiar. Hélene, su esposa, tiene una voz hermosa, es muy dulce y ama a su marido como cualquier otra esposa enamorada y ansía tener un hijo con él. El colega y amigo más cercano de Hervé, Baldabiou, es un hombre que gusta compartir sus conocimientos, es rico, decidido, un tanto altanero, pero buena persona, pues es él quien lo incursiona en el negocio de la seda. Conforme avanza la historia, nos narra los motivos por los cuales se ve obligado a viajar hasta Japón, dejando atrás a su amada esposa, pues es considerado el hombre ideal para dicha aventura, con cierto peligro pero que le generará gran satisfacción personal y a todo su pueblo. Se presenta de manera concisa y breve. Podemos decir que el desarrollo comienza cuando él parte a Japón, es una travesía larga pero el autor la resume en un párrafo, lo cual me gustó mucho, pues va al grano, sin rodeos y sin largas descripciones que llevan a tu mente a divagar.
     En Japón, conoce a Hara Kei, es un hombre muy misterioso e intimidante,  poderoso pero humilde. Es muy inteligente pero no entabla con Joncour una relación muy estrecha, es decir, si acaso rebasan la línea de una relación puramente de negocios pues sí conversan de asuntos personales. Hervé conoce a aquella mujer de ojos sin aspecto oriental, cara de chiquilla y ojos penetrantes. Es una mujer que no necesita de palabras para seducir a Hervé, es un personaje complejo pues no dice mucho, pero logra hacer sentir a Hervé Jancour como nadie lo había hecho antes. La historia da giros interesantes pues no se espera que una dama de una cultura tan reservada sea quien iniciase o propiciara el romance. La trama continúa con la infelicidad latente en Hervé, la cual es percibida por su esposa y podemos deducir que por eso mismo contacta a la dueña de un burdel, Madame Blanche, una mujer bella, con porte y presencia, rica y prepotente. Es ella quien le dice que su esposo fue a que le tradujera una breve nota enviada por aquella mujer oriental, Hélene, para separarlos, escribe aquella polémica carta dándole un adiós definitivo. Lo cual le funcionó perfectamente.
   Al analizarla podríamos decir que la historia es un poco trillada pero el autor la conduce tan bien que al leerla parecerá algo totalmente nuevo y original. El hecho que suceda en el siglo XIX, le da un toque romántico aunque al mismo tiempo nostálgico. Tiene un final impreciso, pues no nos cuenta qué sucede con aquella mujer del Japón, simplemente desaparece de la historia. Tenemos varios simbolismos, y el que más me llama la atención son las flores azules de Madama Blanche, que podemos deducir lo ocurrido y las razones que tuvo Hélene para hacer lo que hizo. También tenemos el lago, aquellas pequeñas figuras que le muestran  a Hervé “el leve espectáculo que fue su vida”, pues así como esas figurillas pequeñas y efímeras, así es como transcurren los momentos más intenso de su vida. Por otro lado tenemos la jaula de pájaros de Hara Kei, la cual me parece como cada quien decide estar en donde está, la opción de libertad la tenemos pero preferimos estar en un lugar seguro.
    El lenguaje no me pareció complicado en lo absoluto, la historia es narrada de manera coloquial y concisa; fue lo que más me gustó del libro, va directo al punto, sin rodeos o descripciones kilométricas en las cuales se escribe mucho y se dice poco. La estructura no es totalmente lineal  pues algunos capítulos retoman cosas del pasado o mencionan cosas que sucederían en el futuro.
   Alessandro Baricco nos brinda una historia misteriosa, seductora y fácil de entender y disfrutar.
Para concluir, Seda, es la historia de un romance prohibido, intenso pero  la vez, nostálgico. De manera breve y concisa nos platica la vida de un hombre vendedor de seda, y como su vida cambia al enamorarse de una mujer totalmente despegada de su cultura pero que logra despertar en Hervé Joncour una flama de pasión y de amor. Recomiendo este libro, pues es fácil de leer, es corta pero tiene muchos detalles peculiares y que nos llevan a una época romántica.


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